El hombre es un SER SOCIAL, decía Aristóteles. Llegamos a ser lo que podemos ser en interacción con otros, para educar a un niño/a hace falta toda la TRIBU, pero sin embargo cada vez vivimos más SOLOS, cada vez hay más propuestas de VIDA SINGLE, entre otras cosas porque el consumidor de hoy le interesa al mercado SOLO y AUTOSUFICIENTE (denuncia Zygmunt Bauman en "Modernidad Líquida"): si en una comunidad de 20 vecinos que usan una taladradora doméstica una o dos veces al año, alguien puede vender 20 taladradoras en lugar de una para compartir entre todos, a ese alguien le interesa que no se hablen entre ellos y no se pongan de acuerdo para compartir recursos. Pero este beneficio a CORTO PLAZO genera a largo plazo RUPTURA SOCIAL y AGOTAMIENTO DE RECURSOS del planeta. El TRABAJO COOPERATIVO y en equipo cada vez es más demandado como COMPETENCIA CLAVE en todos los ámbitos, tanto los productivos como los sociales y prosociales. Y en un mundo y una sociedad cada vez más DIVERSA en lo cultural, en lo cognitivo e identitario, el trabajo cooperativo es una herramienta básica de IDENTIDAD COLECTIVA (nosotros), de INTERDEPENDENCIA INCLUSIVA (frente a la independencia exclusiva) y CONSTRUCCIÓN COMPARTIDA. He tenido ocasión de crear muchas dinámicas y recursos en este sentido, porque estoy plenamente convencido de la eficacia del trabajo cooperativo, sobre todo en el entorno que más conozco, que es el de los procesos y metodologías de enseñanza-aprendizaje y el desarrollo de personas.